viernes, 16 de noviembre de 2007

Amor Líquido

"Cuando uno patina sobre hielo fino, la salvación es la velocidad. Cuando la calidad no da sostén buscamos remedio en la cantidad"
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Alicia es Catedrática de Sociología en la Universidad de Alcalá de Henares. Pone fragmentos de "El Diablo viste de Prada" en sus clases y en las presentaciones de su último estudio, financiado y publicado por el CIS, sobre Mujeres Directivas. Colaboré con una de sus clases hace unos meses y lo conté en otra entrada.
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En alguno de nuestros últimos encuentros me habló de Zygmunt Bauman, un sociólogo que tiene varios libros publicados alrededor de la actual etapa de modernidad como un tiempo líquido. ¿Por qué líquido? porque es flexible y voluble y se diferencia de la etapa anterior dónde todo era más sólido, estable y predecible. Para él, las actuales estructuras sociales ya no perduran en el tiempo, no solidifican, y dan como resultado unas vidas, las nuestras, que están fragmentadas, en cambio constante.
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El primer libro que he leído de Zygmunt Bauman es Amor Líquido y lleva como subtítulo "Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos". Ha sido mi segunda gran lectura del año (la primera fue "Tipping Point" de la que ya hablé en otra entrada).
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La idea fundamental es que vivimos un tiempo en el que hay miedo a establecer relaciones duraderas, miedo al compromiso, y por lo tanto se produce una sustitucion hacia meras conexiones. Como los vínculos entre las personas son frágiles se genera inseguridad y por lo tanto ganas de estrechar lazos pero... manteniéndolos flojos, para poder desanudarlos cuando convenga. Un mundo de humanos desesperados por relacionarse pero sin querer perder la libertad.
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Hoy se buscan relaciones plenas pero de compromiso limitado, en las que las puertas permanezcan abiertas. En lugar de parejas, proliferan las redes con múltiples conexiones. Redes que conectan pero también desconectan: las conexiones se establecen a demanda y se pueden cortar a voluntad. La cantidad de contactos rellena el vacío que deja la falta de calidad. Las relaciones son de tipo virtual, de fácil acceso y salida, y en las que siempre se puede usar la tecla "delete". Relaciones, en definitiva, de bolsillo que se puedan sacar en caso de necesidad.
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Todo esto es es un reflejo en el plano personal de que la esfera comercial lo abarca todo, de que todo se piensa en término de costos y beneficios, de mera conveniencia. Y una de las claras consecuencias de esta fase de amor líquido es la velocidad. Al cambiar el compromiso por las múltiples relaciones en red, el movimiento se convierte en una obligación. Constantemente estableciendo contactos en un permanente viaje agotador... ¿No resulta todo esto demasiado familiar?