lunes, 24 de octubre de 2016

Boda entre amig@s

Se supone que en las bodas no puede faltar la familia, pero la nuestra fue sólo entre amig@s. Fue una decisión muy meditada y que nos tuvo varios meses bloqueados. Francamente, no nos visualizábamos  felices en una boda con nuestros padres y hermanos respectivos; nos daba una pereza infinita y nos evocaba imágenes de boda-rollo. Parte de la mala energía venía del hecho de que los padres de dbt son muy dependientes y los míos muy mayores. En definitiva, padres que requieren mucha atención y, en especial, una suegra para la que cualquier celebración familiar se convierte en un duro recordatorio de que ya no puede ver. 

El éxito de la boda civil me hizo lamentar que nos estuvieran mis padres presentes porque sé que les hubiera encantado. Aún así creo que tomamos la decisión correcta. Así las cosas, celebramos una boda sólo entre amig@s, casi 50 en total. La mayoría vinieron a la Plaza Mayor y el resto aparecieron en el Hotel de las Letras, dónde habíamos preparado flyers de las actuaciones, con La Prohibida en papel estelar, chapas de metacrilato con el nombre de cada invitado y unos tarjetones con nuestro Murakami y fotos de todos los invitados en el reverso. Todo bastante pensado para que los amig@s se conocieran entre sí y lo pasaran bien.